Camino a casa me encuentro con una imagen que ya he visto.
¿Ven como las cosas cambian de forma si pestañeamos?
Watch out!
Durante el transcurso me vino la pregunta: ¿por qué? ¿por qué hacen eso?
La respuesta vino de mis recuerdos: la silla giratoria yendo tan rápido que hacía pegarme al respaldo y clavar los dedos en el asiento, el mareo divertido, el movimiento.
Las personas que me prohibían hacerlo se pueden dividir en dos grupos:
- las que nunca lo hicieron
- las que se les olvidó
Al llegar con el par de infantes comprendí que ellos jamás comprarían una silla giratoria con su poder adquisitivo actual, así que les enseñé cómo girar más rápido, aseguré el área para evitar golpes y me alejé.
Yo no debo olvidar que aún en estos días sigo jugando al carrusel frente al escritorio.
Nada escapa, nada muere, nadie olvida, eso lo sé