Durante el transcurso me vino la pregunta: ¿por qué? ¿por qué hacen eso?
La respuesta vino de mis recuerdos: la silla giratoria yendo tan rápido que hacía pegarme al respaldo y clavar los dedos en el asiento, el mareo divertido, el movimiento.
Las personas que me prohibían hacerlo se pueden dividir en dos grupos:
- las que nunca lo hicieron
- las que se les olvidó
Al llegar con el par de infantes comprendí que ellos jamás comprarían una silla giratoria con su poder adquisitivo actual, así que les enseñé cómo girar más rápido, aseguré el área para evitar golpes y me alejé.
Yo no debo olvidar que aún en estos días sigo jugando al carrusel frente al escritorio.
Nada escapa, nada muere, nadie olvida, eso lo sé
creo que es lo mejor que he leido en tu blog
ResponderEliminarestoy de acuerdo con gabrypol... excelente lo mejor que he leído por aquí simplemente me encantó :D
ResponderEliminarsaludos grandes
Su.
uhhhhhhhhhh yo desde q recuerdo siempre me ha gustado girar en las sillas con ruedas y en la oficina lo hago y vaya como lo disfrutoooooooooooooooooo, creo q a todos nos gusta y sino en serio q son amargados jeje
ResponderEliminarbesos
que buena reflexión. después de leerla la foto adquiere un nuevo siginificado. muy bien.
ResponderEliminarhasta pronto.
Esas sillas fueron hechas para jugar, el que diga lo contrario esta mintiendo o es un aburrido.
ResponderEliminarSaludos
Jajaja!!
ResponderEliminarTienes razón, las sillas giratorias son lo máximo!
Me da gusto que, de alguna manera recapacitaras, después de todo, todos "fuimos" niños.
Besos!
Me gusta, me encanta esa fotooo!
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