sábado, 16 de enero de 2010

Gasolinera stop

Mientras cargaba gasolina un hombre de unos 40 y tantos se acerco a la ventanilla del auto, me comentó que lo habían deportado desde Estados Unidos y estaba juntando dinero para regresar. Tomando en cuenta que la mayoría de las veces son estafadores pensé que era un buen dialogo para pedir limosna, es en lo que me baso para las pocas veces que doy caridad...no, no fue un buen dialogo, solo lo dijo bien.

Mire por cambio y encontré 2.50 pesos, estiré mi mando para dárselos, los tomo, los miro y dijo: “Uh gracias, si ayudo” al tiempo que se retiraba tarde unos segundos en captar el sarcasmo en la frase medité en todas las respuestas que le pude haber dicho: Mejor ponte a trabajar, dan más dinero; Vete a pedir limosna a USA, Regrésame mi dinero, indigente; entre una docena más.

Termine riendo, entendí que simplemente era una persona infeliz repartiendo infelicidad, yo no la acepto.